Haces Planes?, Que hay si no se Cumplen?

Haces Planes?, Que hay si no se Cumplen?

metas o hacen listas de propósitos

¿Eres de esas personas que gustan de ponerse metas o hacen listas de propósitos a fin de año para supuestamente cumplirlos el año que viene?

 

“No pueden hacer planes válidos para el futuro los que no son capaces de vivir ahora”.

Allan Watts.

 

Bueno, hacer planes no está mal… ni bien, si después uno mismo no terminara practicando el auto juicio y la censura cuando aterriza en que ya pasó un año completo y de la lista de los deseos (metas, propósitos, objetivos),  no se llegó  ni al 50% de cumplimiento, o quizás sí se logró, pero a costa de un horrible sacrificio que no permite disfrutar de lo logrado.

 

Entonces, ¿cómo conseguir lo que quiero sin exigirme más allá de mis posibilidades reales y evitar quedar decepcionado? ¿Es eso posible? ¿Hasta que punto es sensato hacer planes de cómo obtener las cosas que quiero?

 

Estamos en esa etapa del año que muchos consideran mágica, otros lo sienten como un estrés  multiplicado por querer hacer compras que exceden sus ingresos, otros celebran tradiciones familiares y se divierten mucho, para algunas personas es motivo de tristeza por la pérdida de alguien querido, cada cual lo asume según sus experiencias y expectativas.

 

Experiencias: Memorias del pasado.

Expectativas: Deseos expresados (o no), pero pertenecen al futuro.

¿Y qué hay del momento presente? Mientras la mente anda como una loca moviéndose del pasado al futuro, la vida real pasa en la eternidad que es “AHORA” y nos la perdemos. El universo trata de ayudar y para ello nos ofrece señales por todos lados, estas pasan desapercibidas, porque vivimos como zombies, entretenidos con miles de estímulos externos, tristes por lo pasado o preocupados por el futuro.

 

En el fondo muchos saben que algo falta, hay un vacío que es imposible de llenar con cosas, con conocimientos ni con personas. No importa si poseen fortunas, o están rodeados de gente que los aman, tampoco importa si se graduaron en la universidad. Donde quiera que van no se pueden liberar de la insatisfacción que provoca este sentir.

 

Si estás lo suficientemente despierto como para darte cuenta de que eres uno de estos casos o una mezcla de ellos, eso es un engaño del ego, el único plan que debes tener en mente es descubrir que eres pura luz (esto solo toma un segundo). Elige por ti mismo el camino que se amolde mejor con tus creencias o forma de percibir la vida, pero haz algo ya.

 

“Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”.

Eleanor Roosevelt.

 

Este es un mes cargado de emociones de todo tipo y de deseos para el año que está por comenzar. Por eso te invito a hacer algunas reflexiones, aquí te ofrezco algunos ejemplos de personas que conozco y que vieron frustrados sus planes por eventos inimaginables para ellos y otros involucrados:

 

- Planificaron sus vacaciones para estar en un hotel frente al mar, en una paradisíaca isla caribeña, pero un poderoso y devastador huracán acaba de pasar por el lugar y arrasó con todo, incluyendo sus planes de vacacionar.

 

- Fijaron fecha para casarse, alquilaron un local hermoso para la celebración, eligieron lugar para pasar la luna de miel, hicieron reservas de hotel, tickets de vuelo, todo listo, ¿pero? Una pandemia puso todo de cabeza, y la gente se tuvo que quedar encerrada sin salir de casa por meses, la fecha prevista para su boda cayó justo en medio de este suceso. Totalmente fuera de plan.

 

- Esta persona se encuentra llena de rencores y resentimientos hacia tus padres y no pierde ni una oportunidad para decirles todo lo que siente, y que ellos son causantes de algunas cosas desagradables que le ha tocado vivir. Sin darse cuenta esas memorias le traen pensamientos que a su vez generan emociones y eso le mantiene en un estado casi perenne de ira. Pero un día se levanta con la noticia de que ya no tiene padres, ¿qué?? Eso si que no estaba en los planes, pero ellos pasaron a mejor vida.

 

El problema no son las cosas que nos pasan, el problema es el remolino imparable de nuestros pensamientos reactivos, la carga emocional que generan, y lo adictos que muchos estamos a continuar en la inercia insana de seguir así  , creyéndonos víctimas de algo que no se puede cambiar. Bajo estas condiciones, si se suma un plan malogrado, mejor es estar lejos de esta persona.

 

“Nada puede angustiarte tanto como tus propios pensamientos”.

Pensamiento Zen.

 

El año que esta a punto de terminar es el mejor ejemplo de que por muchos planes que hagamos o por muy seguros que estemos de que algo va a suceder, siempre existe la posibilidad de que las cosas salgan de una forma muy diferente de como las teníamos concebidas. En este caso lo mejor es permanecer flexibles ante los cambios y adaptables para asumir con acertividad la nueva situación.

 

En estos momentos me vienen a la mente tantos diferentes casos de eventos (supuestamente seguros con fecha hora, invitados) y seguramente tú también conoces algunos casos de graduaciones escolares, bodas, conferencias, talleres, seminarios, un sinnúmero de eventos que a nivel global quedaron cancelados indefinidamente.

 

En poco tiempo el mundo tal y como lo conocíamos se puso “patas arriba”,  afloraron una variada gama de “oportunidades para sanar”- que así es como deberíamos llamar a los problemas- y con ellas, otro tanto de oportunidades para crecer, aprender, evolucionar.

 

Algunos cayeron en la desesperanza, mientras que otros se volvieron flexibles y se dispusieron a encontrar las nuevas vías, porque la vida sigue, y si saliste vivo de esta es porque hay algo importante que debes hacer.

 

De cualquier manera se fueron por la borda los planes de millones de personas,  muchas de ellas quedaron frustradas, decepcionadas, desesperadas, quejándose de todo y hasta de Dios. Pero otro grupo se volvió mas fuerte, compasivo, personas abiertas y dispuestas a seguir la vida bajo las nuevas condiciones, dentro de este grupo muchos encontraron su propia divinidad dentro de sí mismos.

 

Entonces, queda claro que podemos planear si, pero no apegarnos en lo absoluto a que las cosas van a ser de una determinada manera, solo porque lo haz previsto todo según tu perspectiva.

 

Debe quedar claro que lo único que tienes de verdad es “este momento”. Puedes hacer tus planes para vacacionar, casarte, cambiar tu trabajo, empezar la universidad, jubilarte, etc, pero mantente flexible como el pino, para que no te rompas al embate de vientos huracanados que a veces llegan sin avisar y se prolongan en el tiempo o dejan como resultado una realidad que nada tiene que ver con esas condiciones que esperabas y para las que invertiste tu tiempo y energías preparándote.

 

“Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”.

Woody Allen.

 

A veces no nos interesa planificar, pero sentimos deseos de poder encontrar un trabajo que nos motive y sustente, o una pareja compatible con nuestros principios, con quien divertirnos y compartir la vida.

 

Esta es una anécdota de mi vida personal.

Cuando mi hijo tenía 2 años, tomé la difícil decisión de divorciarme de su padre,  y aunque trabajaba de maestra, la vida como madre soltera era difícil, gracias a Dios tenía apoyo de mi familia, pero siempre me imaginaba poder encontrar al amor con que toda mujer sueña.

 

Entonces leí un libro donde se sugería que cuando uno quisiera lograr algo lo escribiera como que ya está hecho (en presente) con la mayor cantidad de adjetivos posibles, y así lo hice, pero sin ninguna expectativa, como quien juega.

 

Recuerdo que el encabezado de la página decía: el hombre que amo es: fiel,`cariñoso, respetuoso, trabajador…, cada vez que se me ocurría un adjetivo que yo deseaba para ese hombre lo escribía, y hasta sonreía disfrutando de mi juego, durante algún tiempo  agregué muchos otros y leía mi lista frecuentemente. Pero luego lo olvidé.

 

Cierto día mi esposo estaba ayudándome a organizar y limpiar la casa y me llamó para enseñarme aquel papel viejo que estaba en alguna gaveta y me dice: “no quiero parecer charlatán, pero ese tipo que tu describiste se parece mucho a mí”.

-¿Qué? Ay qué vergüenza!!, jajajajaja. Pero lo cierto es que funcionó.

 

A la luz de cosas que he aprendido, puedo deducir que para lograr que se cumplan nuestros propósitos  o deseos  deberíamos:

  • Dedicar poco tiempo a la queja y la lamentación por lo que sea que perdiste o que no tienes, eso te baja la vibración y puedes recibir justamente lo contrario de lo que deseas.
  • Dedicar mucho tiempo a disfrutar de la abundancia que está a tu disposición. Algunos dirían ¿pero si no tengo ni dónde caerme muerto!!, Eso no es verdad ¿Acaso no tienes mucho más oxígeno del que necesitas? Eres abundante de oxígeno, por mucho que respires, no se va a agotar. Entonces empieza a agradecerlo. Gracias, por la abundancia de oxígeno, soy realmente millonaria.
  • Escribe lo que necesitas o deseas, agradeciendo porque ya está hecho, no pongas limites a tu imaginación, ¿qué podrías perder? Adorna con adjetivos maravillosos todas esas cosas y siente la alegría que provoca disfrutar de ellas.
  • Vuélvete tu propio observador (no criticón). Cada vez que te sorprendas repitiendo viejos patrones de pensamiento, conversaciones, o acciones, dices: “ajá, te sorprendí, otra vez en las mismas, cancelado!”, o “gracias por mostrarme la basura que hay en mi subconsciente, estoy lista para liberarla”.
  • Cuando quieras planificar vacaciones, alguna celebración, un encuentro, etc, deja una posibilidad abierta, y da las gracias porque lo que sea que ocurra será correcto y perfecto. Esto lo aprendí de Mabel Katz y a mí me funciona.
  • Observa más a los niños pequeños, también a los animales, ellos están siempre en el momento presente, libres de culpas y preocupaciones que son las emociones principales desencadenantes de estrés.

 

“Es a través de la gratitud por el momento presente que la dimensión espiritual de la vida se abre”.

Eckhar  Tolle.

Back to blog

Leave a comment