Al leer este articulo veras que muchos de los temas sobre los que escribo tienen su origen en mis propias experiencias y autoaprendizaje.
Encontrar la paz interior ha sido un trabajo que me ha tomado muchos años en mi vida. Pase por momentos dificiles, me estresaba mucho, me resistia a creer lo que me estaba pasando, no me aprobaba yo misma muchas cosas de mi, etc. Fui a muchos lugares, busque por todas partes Y despues de tanto buscar afuera, lo encontre dentro de mi, y si un dia me dije veo que encontrar la paz interior si es posible. Me siento muchas veces encontrando mi paz interior y viviendo en ella. Así que me siento honrado de guiarte a encontrar tu paz interior.
Todos los seres vivos tienen el mismo deseo básico de ser felices y evitar el sufrimiento, pero muy pocas personas comprenden las verdaderas causas de la felicidad y el sufrimiento. Por lo general, creemos que las condiciones externas, como la comida, los amigos, los automóviles y el dinero, son las verdaderas causas de la felicidad y, como resultado, dedicamos casi todo nuestro tiempo y energía a adquirirlas. Superficialmente parece que estas cosas nos pueden hacer felices, pero si miramos más profundamente veremos que también nos traen mucho sufrimiento y problemas.
Perdemos la paz cuando nos resistimos a las cosas, odiamos situaciones, nos volvemos críticos, queremos cosas, no queremos cosas, estamos inquietos, nerviosos, pensamos que debemos tener para estar bien. Este tipo de mente siempre está en la búsqueda de lo que no tiene y piensa que tiene que deshacerse de las cosas para finalmente ser feliz.
¿QUÉ ES LA PAZ MENTAL?
La paz mental es la ausencia de miedos, es un equilibrio estable al que consigues volver después de las experiencias negativas o a pesar de ellas.
En los últimos años, nuestra comprensión y control del mundo exterior ha aumentado considerablemente y, como resultado, hemos sido testigos de un notable progreso material; pero no ha habido un aumento correspondiente en la felicidad humana. No hay menos sufrimiento en el mundo de hoy, y no hay menos problemas. De hecho, podría decirse que ahora hay más problemas y más infelicidad que nunca. Esto demuestra que la solución a nuestros problemas, y los de la sociedad en su conjunto, no está en el conocimiento o control del mundo exterior. ¿Por qué es esto? La felicidad y el sufrimiento son estados mentales, por lo que sus principales causas no pueden encontrarse fuera de la mente.
La verdadera fuente de felicidad es la paz interior. Si nuestra mente está en paz, seremos felices todo el tiempo, independientemente de las condiciones externas; pero si está preocupado o perturbado de alguna manera, nunca seremos felices, no importa cuán buenas sean nuestras condiciones externas. Las condiciones externas solo pueden hacernos felices si nuestra mente está en paz.
CULTIVANDO LA PAZ INTERIOR Y LA FELICIDAD
Estos son algunos consejos que podemos implementar para ayudarnos a recuperar nuestra paz:
- Pasar tiempo en la naturaleza como dar pequeños paseos o apreciar su belleza, reducimos la ansiedad y la depresión y aumentamos la sensación de calma y concentración.
- Meditar, mejora la autoconciencia, controla la ansiedad, reduce el estrés.
- Ser agradecido. Es un sentimiento Divino que despierta más buenos sentimientos y paz.
- Asumir la responsabilidad de nuestras acciones genera confianza, credibilidad y bienestar.
- No dejes que los errores del pasado definan quiénes somos. No podemos cambiar el pasado, pero podemos permitirnos cambiar para mejorar sanándonos y perdonándonos a nosotros mismos y a los demás.
- El amor propio es un estado de aprecio, cuidando nuestro bienestar y crecimiento físico, emocional y espiritual.
- Practicar la aceptación y la satisfacción, sentirnos satisfechos con el estado actual de nuestra vida, estar en paz por lo que somos y sentirnos cómodos con el lugar en el que nos encontramos en nuestra vida.
- Escribir, transfiere tus pensamientos al papel, reduce la multitarea, establece y completa prioridades, lleva un diario y desafía la negatividad.
OTRAS PRÁCTICAS QUE NOS AYUDAN A RECUPERAR LA TRANQUILIDAD:
La paz mental interior no require de paz y tranquilidad externa. El problema es que la mayoría de nosotros vivimos más o menos en la superficie como las olas, donde hay mucha turbulencia y desenfreno, pero en realidad, esta conciencia profunda y tranquila está dentro de cada persona. Por lo tanto no es necesario que apagues todo sonido para encontrar la paz interior. Existe la suposición de que si estás en un lugar tranquilo, será más propicio acceder a este lugar interior. Pero, de hecho, hay personas que tienen ataques de pánico mientras están en una camilla de masaje.
Podrías estar en una estacion de trenes en la ciudad de Nueva York, rodeado de gente y ruido, y cerrar los ojos para entrar en ese espacio donde reside tu calma.
Inhala, exhala. Tu respiración siempre está contigo, y tanto las prácticas de yoga como las de meditación usan el poder que tiene la respiración para ayudarte a cambiar tu estado de ánimo. Me gusta recomendar practicar la respiración 4-7-8, que se basa en una técnica de yoga, porque se puede hacer en cualquier lugar y en cualquier momento.
Cierra la boca e inhala por la nariz mientras cuentas hasta cuatro. Mantén esa respiración mientras cuentas hasta siete y luego exhala por la boca mientras cuentas hasta ocho. La exhalación prolongada ayuda a estimular el sistema nervioso parasimpático, que básicamente inicia una respuesta de relajación en tu cuerpo. Asegúrate de respirar suave y despacio, para llenar tu barriga de aire.
Siente la verdad de que estás bien y que eres amado. Recuerda que estás respirando y que ademas, estás protegido físicamente. Piensa en las personas que le importas y en las personas que se preocupan por ti, centrándote en esto puedes reducir tu stress. Deja que la verdad de ser amado abrigue tu corazón.
Visualiza tu lugar feliz. Esta es otra micropráctica que se vuelve más fácil cuanto más la haces, y cuanto más fuerte es tu visualización, más efectiva es. Es posible que quieras imaginar el océano, o tu habitación con vista al lago, jugar con tu mascota, estar con un ser querido o tal vez unas vacaciones favoritas. Luego, trata de captar realmente todos los detalles en tu mente, los olores, los sonidos, las texturas, el tacto. Acceder a estos vívidos recuerdos le indicará a tu cuerpo que comience a sentirse bien, que tenga mas calma y te relajará.
Fijate la historia que te estás contando. Si te encuentras en una espiral de una decepción, frustración o pensamiento que te induce al pánico, intenta dar un paso atrás para evaluar si lo que tu cerebro te está diciendo es verdad. Examina la raiz de tu confusión o de tu estress para hacer que se sienta más pequeño en tamaño. Reconoce lo que te está pasando y nombra esa emoción incomoda, porque con simplemente nombrarla ya calma tu sobre-excitación.
Permite que esa situación incomoda esté allí contigo. No lo estes resistiendo, o tratando de empujar para huir de ello. Permite que esté allí el tiempo que sea necesario, esa emocion se transformara a medida que pones tu mente en blanco y respiras. Tu paz y tranquilidad regresan en menos que te lo imaginas.
Averigua. ¿Qué es lo que más quiere mi atención? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Dónde estoy experimentando estos sentimientos en mi cuerpo? ¿Puedo poner mis manos donde lo estoy sintiendo y suavizar esa área? Toda esta investigación se hace con amor, no con juicio".
Autocompasión profunda. Las investigaciones muestran que cuando te hablas a ti mismo en tercera persona, en realidad activas el circuito de amor en tu cerebro para que te sientas más protegido. Estás accediendo a tu ser superior para que puedas convencerte a ti mismo y te sientas más apoyado. Por ejemplo diria, “Ysabel, vas a estar bien. Este es un momento realmente difícil, pero no olvides Ysabel, no estás sola en esto”.
Haz una "lista de alegría" para cuando la necesites más tarde. Si bien un inventario compasivo de cómo nos sentimos es un poderoso ejercicio de atención plena, pregúntate "¿qué necesito hacer ahora?" recordemos con amor de las acciones que tienden a darnos paz. Podemos hacer esto varias veces al día, acumulando una reserva de alegría es tan simple como saborear esos primeros sorbos de café de la mañana o como disfrutar de la sonrisa de un niño.
Cultiva la gratitud por lo que está pasando (y por lo que no está pasando). Practicar la gratitud es otra forma de acceder rápidamente a nuestro estado de paz interior. Hábitos como llevar un diario de gratitud y sonreír tan pronto como nos sentamos en la cama por la mañana le indican a nuestro cerebro que las cosas están bien y que estamos felices.
Digamos gracias mi Dios porque tengo aire acondicionado, gracias por tener un lugar donde sentarme! gracias tener un cuerpo físico para trasladarme, gracias por existir, gracias por respirar, gracias por ver lo abundante que es la naturaleza, etc. Un pequeño pensamiento positivo a menudo provoca otro bueno y otro mas.
Hágase dos preguntas todos los días. ¿Qué disfruté hoy? y ¿Por qué estoy agradecido hoy? Tal vez hiciste algo que está en lista de alegria, por ejemplo. Las entradas en tu diario de gratitud no necesitan ser largas reflexiones, ni ser una tarea pesada diaria. Usa estas dos indicaciones simples para enumerar mas experiencias que te haran sentir muy bien y daran mucha paz.
Sirve a otros para ayudarte a tí mismo también. Durante décadas, los investigadores descubrieron que, a largo plazo, la felicidad que sienten las personas al hacer algo como ser voluntario o hacer que otra persona se sienta bien es gratificante y duradera. Por lo tanto, acumulando una reserva de la felicidad a través de actos de servicio podría potencialmente aumentar tus buenos sentimientos y paz interior.
Practica la aceptación. Para acceder a nuestra paz interior, tenemos que aceptar la existencia de otras cosas que están fuera de nuestro control, por muy difícil que sea. La aceptación es una forma general de comprometerse a llevarse bien con la vida.
Cuando resistimos nuestras circunstancias creamos mucho sufrimiento, que por supuesto es lo opuesto a la paz interior. Pero en el segundo en que comenzamos a dejar que todo fluya y te alineas con lo que es, inmediatamente comienzas a tener una sensación de fluir en lugar de fluir en contra.
Aqui una práctica que puede servirte para cuando te encuentres en una situación pesada como en una larga fila de compras y que estas a punto de llegar tarde a tu trabajo. Esto es muy incomodo y te comienzas a sentir estresado. Simplemente deténte, entra en el espacio de tu corazón y di para ti:
Esto es lo que me toca vivir hoy.
Aquí es donde estoy.
Voy a llevarme bien con esto.
Y ahora voy a buscar una oportunidad para practicar la paciencia y la autocompasión.
Sé que esto es difícil y desearía que la línea pudiera ser más rápida, desearía no estar en esta línea, pero lo estoy.
Todo está bien, y yo estoy bien”.
Ysabel Narro.
