Se acaba de ir el fin de Año y da paso a un Año Nuevo. Estos son momentos en los que la Consciencia se vuelve más permeable al Amor y la Verdad.
El pasado 21 de Diciembre comenzó la Estación de Invierno llamado Solsticio de Invierno, las estaciones se producen con el movimiento de la tierra sobre la elíptica del sol en una danza planetaria, la Tierra se mueve con precisión y elegancia siguiendo una órbita eclíptica, acercándose y alejándose del sol cual bailarina estelar. El Sol en su movimiento alrededor de la tierra queda desplazado del centro de la elipse. Esta mayor lejanía entre ellos, aunado a la inclinación es lo que hace posible el Cambio de las Estaciones.
El inicio de cada estación entonces está directamente relacionado con una posición precisa de la Tierra respecto al Sol. Estas posiciones relativas del Sol respecto a la Tierra, están asociadas naturalmente con los ciclos de la vida: el nacimiento, el crecimiento, la madurez y la muerte representados en la primavera, el verano, el otoño y el invierno respectivamente.
En la mayoría de las culturas de la antigüedad, el ser humano era concebido como una parte integral de la naturaleza. De allí que basaban su observación en analogías entre la naturaleza y en especial de la bóveda celeste. El solsticio de invierno adquiere así una importancia no solamente por señalar el punto más álgido del invierno, sino por representar la inmortalidad de la vida, que se regenera constantemente con cada ciclo estelar.
Vamos a lo largo del año al ritmo de las estaciones, con los cambios de la naturaleza y su ciclicidad. Vivimos internamente estas estaciones constantemente en nuestra vida aunque no nos demos cuenta.
El nacimiento al sembrar esa semilla donde gestamos cada año nuestras metas y objetivos a alcanzar para ese nuevo año que comienza.
El crecimiento con la nutrición y acción sostenida de planes a llevar a cabo para poder alcanzar esas metas.
La madurez con la consolidación de esas ideas y realizar ajustes si es necesario para obtener los resultados planteados.
Y la muerte que es el cierre del ciclo, donde ya tenemos resultados palpables de eso que nos planteamos en la siembra y obtenemos resultados o no de esa meta. Muchas veces esos resultados no son los esperados y entonces tenemos que revisar los motivos por los cuales eso no funciono y si es necesario transmutarlos e ir en otra dirección.
Cuando estamos a escasos días de finalizar el año o comenzando uno nuevo, hacemos una revisión de todas esas metas que gestamos en su inicio y vemos cuales fueron alcanzadas y cuales se quedaron sin concluir o empolvadas en nuestra mente.
En Estos días nos regalamos ese tiempo de revisión e introspección para analizar lo que pasó a lo largo de ese ciclo, de ese año que se acaba de ir.
Y es allí en ese momento donde muchas personas se dan cuenta que no lograron esos objetivos que se habían planteado y empiezan a surgir miles de excusas o justificaciones por no haberlos cumplido.
Hoy te quiero hacer la pregunta:
¿Cuántos de los objetivos y de los sueños que te propusiste el año pasado lograste cumplir?
Date un tiempo para adentrarte a tu ser y responder y después sigue haciéndote estas preguntas: ¿Crees que te faltó compromiso?, ¿O crees que te pusiste muchos objetivos? ¿Era lo que realmente querías?¿Eran metas alcanzables?
Una vez te des respuesta a estas preguntas, no te sientas mal ni te castigues con tus palabras sino cumpliste los objetivos que te propusiste, es algo muy común aunque no lo creas, siempre nos proponemos objetivos que no cumplimos.
Estas metas no cumplidas, decidimos volvérnoslas a proponer al año siguiente, y puede ser que no los sigas cumpliendo año tras año y te sientas cada año peor por no cumplirlas, reforzando ese pensamiento castigador y de no merecimiento de eso que tanto anhelas.
Entonces sientes que no tienes la clave para poder alcanzarlas, sientes que hay algo que tienes que hacer para generar ese cambio y poder conseguir esa meta, pero no sabes cómo hacerlo.
Hasta que te das cuenta que son tus resistencias las que te están impidiendo lograr que tu año sea como lo deseas y que si las eliminas, todo será más fácil el próximo año.
Entonces tomamos ese ciclo de la muerte de la estación de invierno, para transformar el plan de ejecución, generar un plan que te haga crecer, cambiar hábitos, que te fuerce a aprender y adquirir nuevas habilidades para lograr aquello que quieres, usando las herramientas adecuadas.
En el invierno, en la naturaleza todo parece estar aparentemente dormido, hibernando. Es un buen momento de espera, de recogimiento y meditación, en este sentido la semilla se prepara bajo tierra para pasar el invierno, por lo tanto es el momento de disfrutar de lo más íntimo de ti, es por ello que te recomiendo la Práctica del silencio, el descanso, la regeneración, el recogimiento, la soledad, el vacío, son las cualidades esenciales de esta estación del año.
Cuando nos adentramos en ese recogimiento, en estar allí presentes en nuestro cuerpo, haciéndonos dueños de nuestra mente, podemos llenar tanto ruido de silencio y claridad, permitiendo que emerjan de nuestro ser las respuestas que nos dará lucidez y fortaleza.
Es por ello que tenemos que Alimentarnos bien para dejar hueco al Ser, no descuides tu alimentación, y cuando hablo de alimentación me refiero no solo a la comida, sino también a lo que nutre tus pensamientos, ya que constantemente estamos viendo, escuchando y percibiendo por diferentes medios información que nos intoxica.
Es una época donde podemos sacar la energía de nuestro propio interior, ya que el sol ahora no nos nutre pero hemos tenido todo el año para incorporarlo dentro de nosotros. Ahora nos toca encontrar nuestra fortaleza y para ello no queda otra que eliminar, de una vez por todas, los hábitos de vida y los pensamientos que nos limitan y que nos quitan energía.
Un buen comienzo para rescatar nuestra esencia, nuestro Ser y espíritu es desligándolo de la inercia actual, siguiendo los ciclos de la Naturaleza, y sintonizándonos con el ciclo natural del retorno del Sol que nos lleva de la oscuridad hacia la Luz.
Practicar el agradecimiento por todo eso que tienes en tu vida es excelente también, porque donde pones tu atención, allí pones tu energía y se expande. Entonces agradece por:
- Un cuerpo físico maravilloso, que te permite sentir, saborear, ver, oler, escuchar, respirar, hablar, caminar, bailar con el disfrute de la vida.
- Una mente que te permite inspirarte, estudiar, crear, soñar y concretar.
- Que puedes amar, sonreír, apoyar y compartir quién TU ERES.
- Que estas vivo y puedes disfrutar de este hermoso planeta con toda su belleza que comparte con nosotros: el agua, la tierra, el aire, el fuego, las montañas, los animales, los árboles y el aroma de las flores.
- Celebra el sol que te calienta, la luna que ilumina cada noche, el brillo y fulgor de las estrellas en el firmamento.
- Agradece que tienes amigos, familia, personas que te aman y con las puedes disfrutar y compartir. Esas personas han llegado a tu vida por alguna razón, están y estarán, y las que se han ido te han dejado enriquecedoras experiencias.
- Todo lo que llegue a ti es como un regalo, una mirada, un gracias, una sonrisa, cualquier palabra dedicada, eso son manifestaciones de amor y merecimiento.
- Todo lo alcanzado este año es parte de tu éxito, lo aprendido y también lo olvidado, porque ya no lo necesitas.
- Tu existir ya que estás aquí por una valiosa razón. Eres parte del plan cósmico, que contribuye a hacer de este planeta un hogar mejor desplegando tu singularidad y personalidad.
Este nuevo año 2022 se abre un portal con una nueva frecuencia que impulsará al arquetipo humano en una nueva consciencia, evolución y Renacimiento.
Por lo tanto, es un momento perfecto para tomar decisiones orientadas en esa línea de evolución que te permita poner acción a tus sueños, dar ese gran paso a explorar tus estados elevados de consciencia y ganar maestría personal. Lograr que tu mente y corazón hagan contacto y enciendan la chispa divina de la creación, conectando con tu propósito de vida.
Es muy importante entonces trascender tus limitaciones y creencias, transformar los patrones que definen tu éxito, amor, salud y abundancia, y eso solo puedes hacerlo trabajando en ti, dedicando tiempo en ti, y por sobre todo reconociendo que hay algo que cambiar en tu vida, que hay algo que te impide y aleja de eso que tanto anhelas aunque no sepas aun que es. Lo importante es reconocerlo, solo así darás ese primer paso de ese peldaño en tu escalera evolutiva.
Recuerda siempre que el cambio solo puede surgir al dejar morir eso que ya no nos sirve, solo con el renacimiento de nuestra mente y conciencia es que podremos alcanzar esa nueva forma de vida que tanto anhelamos.
Feliz año Nuevo y deseo de todo corazón, que abraces tu esencia, alineándote al flujo maravilloso de la energía divina, para desplegar todos esos dones y talentos que posees, y así alcanzar tus sueños y la plenitud de tu SER.
Yolanda Sánchez Pérez