El Dharma en mi vida

El Dharma en mi vida

Muchos años atrás la vida me llevó de forma accidentada e inconsciente por un recorrido de búsqueda espiritual, que finalmente terminó en muchas formaciones y en distintas disciplinas terapéuticas holísticas.

Nunca pensé en hacerme Maestra de Meditación, Consteladora Familiar, Master en PNL, Orientadora Astrológica, Analista de Diseño Humano, formación en psicobioneuroemocion, mucho menos ser Terapeuta Integral y especializada en Sexualidad Holística.

Digo que nunca pensé, ya que mi formación es en ingeniería con experiencia en reciclaje plástico y una especialización en Gerencia de proyectos. Por este motivo mis pensamientos siempre fueron muy cerrados acerca de las disciplinas que tuvieran otro tipo de conexión que no fuera meramente racional.

Pero ahora sé que el alma sabe lo que hace, que ella conoce nuestro propósito y se las arregla para hacernos saber cuál es el camino que nos corresponde elegir para poder cumplir nuestro rol en esta vida.

Años atrás, cuando empecé a estudiar estás disciplinas, me sentía perdida, buscaba respuestas a situaciones que se me habían presentado en mi vida. Primero comencé con terapias tradicionales conocidas por todos y donde yo sentía no avanzaba, que sólo me hacían hablar por horas sin prontos resultados, la verdad no se decir que sucedió, no se si mi proceso personal estaba en una etapa muy especial o si no estaba preparada para ver la verdad o si sencillamente la vida me estaba llevando a donde debía estar.

Así empezaron a llegar a mi vida estás terapias alternativas que me empezaban a dar respuestas y  ayudarme a salir de mis procesos de una manera rápida y en total bienestar. Me preguntaba muchas cosas, sentía inquietud ante tantas ventanas que se me abrían, que cada día  quería conocer más, quería  descifrar el cerebro, el inconsciente y todo eso que llamamos energía que sucede detrás de bastidores, para darnos cuenta del porqué llega a sucedernos eso en la vida.

Lo menos que podría imaginar es que llegaría el día que sentiría que querría dedicarme a hacer este trabajo que quiero hacer hoy, llevar bienestar y apoyar en el proceso a otras personas que sé sientan como yo hace años atrás.

Entonces poco a poco y durante muchos años he ido estudiando, leyendo y haciendo prácticas, porque me hacían bien, no porque quería ser algo específico. Porque todo eso que hacia me sacaba de la depresión en la que vivía, porque en esos pequeños espacios podía liberarme, me hacían sentir plena y de alguna manera me sentía acompañada en mi proceso evolutivo obteniendo respuestas a mis preguntas.

Poco a poco se volvió algo habitual y comencé a sentirme más feliz. Ese tiempo me aportó grandes enseñanzas, pero no me daba cuenta del valor de todo lo que aprendía y además todo lo que podía ayudar a las personas en el desarrollo de sus vidas.

No me sentía terapeuta, sentía miedo de no estar preparada para ayudar a otras personas, así que seguía estudiando y postergando. Yo sentía que no tenía una preparación profunda, adecuada y sobre todo “algo que me certificara y titulara“, así que seguí acumulando estudios que sólo aplicaba en mi.

Me di cuenta que las personas se acercaban a mí buscando respuestas y sanación, que yo les brindaba ese espacio de soporte, orientación y les daba herramientas que implementaban y las hacían sentir mucho mejor. Esas personas en su gran mayoría “Necesitaban ser escuchadas”, tan solo tener una escucha atenta e incluso a veces silenciosa, las ayudaba a liberarse y sentirse acompañadas.

 

En mis formaciones encontré muchas herramientas para ayudar a las personas,  me di cuenta que sólo la experiencia da la sabiduría y te hace maestro. Pero en ese tiempo no sentía que yo tuviera esa sabiduría para ser una terapeuta o Coach holístico. Las personas acudían a mi y les hacía terapia con resultados efectivos, sin embargo aún  así sentía que no estaba preparada ¿Cómo podía yo ayudar a otros?

Allí comenzó una búsqueda que me llevó a profundizar en mí y darme cuenta que todos los conocimientos que tengo en ciencias tan distintas pero a su vez complementarias, me permiten aportar un grano de arena para entregar a las personas todo lo mejor de mí con la intención de que puedan descubrir su potencial, libererarse de culpas y se acepten con amor, cómo las personas únicas y maravillosas que son.

Les recuerdo que su vida  tiene un propósito y con las herramientas que conozco darles la información que les acerquen al disfrute de la vida y tengan los recursos que les proporcione de alguna forma las respuestas que su alma busca, para que su camino y tránsito sea más fluido y entiendan como sobrellevar los retos y desafíos de la vida.

Por mi parte todos lo estudios que realicé me enseñaron mucho y de alguna manera impactaron profundamente en mí aportándome herramientas poderosas, algunas se desarrollaron de forma amorosa y otras no tanto, puesto que la sanación del alma tiene sus procesos, es una formación de auto descubrimiento, de desarrollo de la fe en ti, de confianza, amor propio y auto construcción.

Todo este camino de vida ha sido una oportunidad para construir algo basado en mis propios recursos personales, conociendo todos mis talentos, trayendo a la luz todos mis miedos y sombras a través de la terapia personal y profundización de mi ser, permitiéndome vivir así desde el Dharma.

Darnos cuenta de cuales son los propósitos del alma o cual es la misión que tenemos en esta vida no es tarea fácil, entonces nos planteamos todas estás preguntas ¿Cuál es nuestro propósito en esta vida? ¿Tenemos verdaderamente una misión? ¿Cómo podemos alcanzar y desarrollar lo que llamamos Dharma?

Todo ser humano tiene un Dharma,  y el más alto deber es el conocimiento de sí mismo para realizarse interiormente. Solo así podrás saber cual es tu rol y misión en esta experiencia llamada vida en congruencia con tu naturaleza, virtud y verdad.

Vivir en Dharma es ser leal a ti mismo, es conocerte, es usar todos tus recursos a favor de la vida, es estar en consonancia con tu naturaleza interior, expresándote auténticamente, reconociendo tus dones y talentos para ponerlos al servicio de la humanidad.

No se llega por casualidad a un proceso de vida como este. El alma crea las condiciones idóneas para que te encuentres, en el momento adecuado y cuando menos lo creas comienza tú historia.

Al llegar este momento lo primero que conseguirás es trabajar en ti para hacerte consciente de todas tus cualidades mas naturales, de todos los recursos que posees para desde allí construir la auténtica vida que consideras alineada con tú propósito de vida. Porqué “Solo podemos dar lo que tenemos integrado en nosotros” tal y cómo me decía mi maestra de meditación.

Te vas a dar cuenta de que estás en el camino del Dharma porqué cualquier cosa que hagas lo haces con total naturalidad, sin esfuerzo, sin resistencia, en total disfrute y sintiéndote pleno. No importa cuanto tiempo le dediques, ese tiempo se hace corto, no quieres parar la acción y te genera mucha satisfacción.


Si leyendo este artículo te has sentido identificado con mi historia y te has dicho “Esto me está pasando a mi”, o estás comenzando ese período de insatisfacción o de algo que no funciona o va bien en tu vida. Entonces, es hora de identificar y buscar dentro de ti haciéndote estas preguntas para saber si estás dentro del camino del Dharma.  Siéntate contigo y sincérate,  y si al encontrar las respuestas consideras que lo que estás haciendo no te genera estás sensaciones descritas, si sientes que lo que estás haciendo no hace vibrar tu corazón, no te levantas cada mañana con optimismo y con gran energía, entonces tienes que redireccionar tú vida.

Toma el timón de tú vida y hazte cargo, cambia el rumbo de tú destino. Sólo tienes que confiar en el camino, abrir tu corazón a este proceso y dejar que la vida te sorprenda.

En todo este camino que vamos transitando en la vida, aparecen personas que nos van ayudando aunque no lo creamos en conseguir nuestro propósito. Estas personas muchas veces aparecen y desaparecen y otras permanecen en ella por largo tiempo.

Estás personas nos ayudan o  podemos sentirlas desafiantes, pero es a través de esos retos que podemos conseguir nuestro Dharma. Pero este es otro tema que te relataré en mi próximo artículo ¿Existen las almas gemelas?, así que no te lo pierdas.

Nos encontramos en la próxima lectura,

Con amor,

Yolanda Sánchez

Back to blog

12 comments

Gracias por compartir tu experiencia y desde esa sabiduría que has logrado, ayudarnos con cada uno se tus aportes. Dios Te Bendiga 🙏

Luz Dary Osorio González

Excelente artículo, ya basta de que haya tantas personas trabajando sin pasión, para comprar cosas que no necesitan , para impresionar a gente que ni les interesan , y que andan como zombis por el mundo. Gracias por tus aportes al gran cambio

Beatriz

Exelente Artículo,gracias por decidirte a compartirlo por esta vía.Sabemos que llevas muchos años de estudio y preparación,un abrazo 🤗

Luis Rivera

Yoli, que interesante reflexión sobre la vida. A veces aquello que no podemos entender, comienza a tener sentido con éste tipo de lecturas. Te felicito.

José Espinoza

Gracias Yoly por compartir con nosotros tus conocimientos y progresos, se que podrás ayudarnos mucho con eso. Un abrazo

Rosalicia Romero

Leave a comment